El Bar-Restaurante del Hotel Montaigne quiere ser un lugar de moda y caluroso. La decoración, la elección de los muebles, las telas, todo está para crear una atmósfera intimista. Una música suave, unas notas de pianos dan entonces a nuestros anfitriones un sentimiento de encontrarse en el salón de una casa particular.
Desde las 7 y media de la mañana, podréis organizar un desayuno de negocios o de tomar un buen tiempo, leer la prensa del día, disfrutar de un pastel o vitaminarse de un jugo fresco para el resto del día.
A partir del mediodía hasta las 11 de la noche, se sentirá bien allí, como en su casa, para poder desayunar, tomar un té, cenar o disfrutar un cocktail o empezar conversaciones infinitas.